Lorena Ayala Pasión en cada taconeo
Lorena Ayala, una apasionada artista boliviana, destaca la distinción entre bailaora y bailarina, algo importante para ella: “bailaora es porque es una formación que hacemos específica dentro del flamenco que es muy diferente a la de una bailarina de ballet”. Satisfecha por la aclaración, comenzó a relatar sobre su reciente y último espectáculo Jaleo, en Sevilla, que es donde ella vive actualmente. En este participan reconocidos artistas en el ámbito, como José Galván, y está inspirado en los tablados de los cinco años.
La bailaora relató sus inicios en este arte: nació en Oruro y a pesar de que el flamenco siempre estuvo en ella, descubrió su pasión por la música española en Chile al haber entrado a una escuela de flamenco. Allí tuvo mucha motivación por parte de su maestra, quien rápidamente la animó a concursar para que fuera parte del grupo profesional.
También expuso los desafíos de estar lejos de su familia y cómo la soledad se convirtió en una constante en su carrera. “He podido hacer amistades a nivel profesional en Sevilla, Granada y Madrid. Ellos me han dado soporte, pero siempre se siente esa falta (de familia), que ves en otras compañeras artistas que han nacido allí. Por ejemplo, hay una actuación y el teatro se llena con la mitad de su familia. Mientras que, en el caso mío, me tienen que ir a ver a un teatro seguidores, y eso es un poco más difícil, ya que uno no tiene muchos contactos”, mencionó.
Esto la lleva a recordar uno de los capítulos más desafiantes de su carrera: una etapa intensa en la que se veía actuando diariamente, enfrentándose a hasta tres presentaciones en un solo día. Este ritmo agotador la llevó a replantear su estilo de vida, pues en ocasiones finalizaba su jornada laboral en altas horas de la madrugada. Fue en ese punto crucial que decidió redirigir su enfoque hacia la creación de espectáculos, buscando un equilibrio y una nueva perspectiva artística.
ESTILO DE VIDA
Ayala compartió su fascinación por la elección de vestuario para sus actuaciones en tablaos y cuevas, y resaltó las reglas y tradiciones arraigadas en la vestimenta de una bailaora de flamenco. Ella conecta estos atuendos con conceptos y temas específicos, colaborando con reconocidos diseñadores para materializar sus ideas y proyectar su visión artística en el escenario.
Asimismo, Ayala se refirió a la travesía de dominar el arte del flamenco como un viaje que abarca años de comprensión musical. Destacó la gratificación que encuentra al expresarse en el escenario: “Cuando subes al escenario y logras transmitir a través del canto y la danza, te emocionas, te sientes plena. Esa sensación no tiene precio”, enfatizó y resaltó la profundidad emocional y la realización personal que experimenta al compartir su arte con el mundo.
Al ofrecer un consejo a quienes desean incursionar en el flamenco, Ayala instó a buscar información de calidad y destacó la posibilidad del aprendizaje en línea. Ella da clases de manera “online” a personas de diferentes partes del mundo tratando de estar lo más actualizada posible para que de la misma manera sus estudiantes tengan un aprendizaje óptimo. Ayala alentó a la audiencia de Cochabamba y Bolivia a seguir disfrutando del maravilloso arte del flamenco, ya que es un arte maravilloso y único.