Lucía Emmanuel: “Descubrí que muchas limitaciones eran mentales”
La modelo paceña Lucia Emmanuel es la invitada del nuevo episodio del Pódcast OH!. En una conversación cercana, la también influencer reveló los inicios inesperados de su carrera en el modelaje, su incursión en el mundo fitness y su compromiso con el bienestar integral.
- ¿Cómo comenzaste en el mundo del modelaje?
- Es una historia divertida porque fue prácticamente accidental. Tenía un amigo que trabajaba en una empresa de publicidad, la modelo que tenían para una producción les falló y de último minuto necesitaban una modelo que sea alta y de una talla bastante exacta. Me pidió que, por favor, le hiciera el favor. Lo hice solo por salvar a un amigo y su trabajo y después de una experiencia bastante bizarra descubrí que me gustaba. Poco a poco fui intentando una y otra vez otros trabajos y se fue ampliando mi experiencia.
- ¿Qué papel tiene hoy el modelaje en tu vida?
- Empecé hace 20 años. Actualmente, tiene un papel un poco más protagónico que en un comienzo. Antes era prácticamente solo un hobby o lo hacía por curiosidad. Sin embargo, ahora se convirtió no solo en una fuente de trabajo y varias experiencias laborales muy enriquecedoras, sino en una plataforma mediante la cual puedo transmitir diferentes mensajes que para mí tienen y aportan mucho valor a los demás.
- ¿Qué pensabas del modelaje antes?
- La verdad es que era un mundo que sí admiraba mucho, pero de lejos, y estaba plenamente convencida que no era algo que yo iba a poder desarrollar. Es más, yo soñaba con ser pediatra antes que ser modelo. Si bien admiraba mucho el modelaje desde que era pequeña —recuerdo que veía todo lo que eran las magníficas, incluso Miss Universo con mi mamá— nunca pensé que era algo que yo llegaría a hacer.
- ¿Cuál ha sido el momento más desafiante en este camino?
- Lo más desafiante para mí fue vencer la timidez y el creerme que yo podía hacer lo que me tocaba hacer. Al no haber crecido con el sueño de ser modelo y haberlo visto como algo tan lejano, al principio me costaba mucho creer que era capaz de hacer lo mismo que veía a otras modelos reconocidas hacer y llegar a estar en esos lugares.
- ¿Cómo fue la transición a influencer?
- Ambas se combinan. Empecé con el modelaje porque me sentía mucho más cómoda simplemente siendo una imagen, sin tener que hablar o abrir mi mundo interno. Porque mal que bien, para hacer esto que se llama influencer uno tiene que hablar de su propia experiencia, lo que te causa ser vulnerable. El revelar mucho de tu mundo interior era algo que a mí me costaba. Siempre fui muy reservada, muy de mis cosas aparte, y hasta el día de hoy mantengo mi vida privada lo más privada posible. Pero el tener esa apertura y esa vulnerabilidad fue un reto que terminó siendo gratificante.
- ¿Cómo superaste ese reto?
- Me anima saber que mi experiencia sirve como ejemplo, ya sea de lo que no se tiene que hacer o de lo que es mejor hacer. Cuando somos vulnerables y empezamos a compartir nuestras historias, nuestras experiencias de vida, las lecciones aprendidas, conectamos de forma más sincera. Somos humanos, le ponemos humanidad a una imagen. Lo que logra hacer conexiones importantes, porque logras crear una comunidad que dice ‘oye, yo también’. Haces que alguien que está pasando por lo mismo se sienta visto, que no está solo.
- ¿Cómo manejas las críticas?
- Todo se basa en el respeto. Yo puedo respetar que no estés de acuerdo con lo que hago o pienso, y así como yo respeto que seas diferente, espero lo mismo. No tengo que gustarle a todo el mundo. Soy muy segura de mi identidad y respeto el que no soy una taza de leche para todos.
- ¿Cómo nació tu interés por el fitness?
- La historia es interesante porque fui la peor en deportes en todo el colegio. Pero mi familia es muy deportista. Desde mis abuelos, todos practicaron algún deporte, compitieron, fueron campeones. Yo era la nerd, la oveja negra. Todo empezó porque me enfermé. Tengo inmunosupresión desde que nací y a los 16 o 17 años se manifestó. Me enfermé fuerte y quedé completamente débil. Por orden médica tuve que empezar a hacer ejercicio para recuperar masa muscular. Tenía 17 años y no podía ni subir un piso de escaleras.
- ¿Qué papel juega hoy el gimnasio en tu vida?
- Comencé a entrenar por salud, pero me gustó. Encontré una forma de desestresarme. Poco a poco me fue gustando más y terminé compitiendo en fisiculturismo. Lo hice de una manera muy orgánica. Ya no era porque mi familia lo hacía o porque mi mamá decía que debía hacerlo. Era una forma de autocuidado. Hoy no compito, no creo volver a hacerlo, pero mantengo ese estilo de vida porque pienso en mi longevidad, en estar bien conmigo misma.
- ¿Qué te motivó a competir en fisiculturismo?
- Fue probarme que podía. Yo creía que no era atlética, que nunca podría competir. No podía ni correr en el colegio. Cuando empecé a ganar fuerza y noté que muchas de esas limitaciones eran autoimpuestas, dije ‘¿por qué no?’ Un entrenador del gimnasio me dijo: ‘Intentemos un mes, si no te gusta, lo dejas’. Lo intenté, me fascinó. Rompí todos los esquemas mentales que yo misma me había puesto.
- ¿Qué te dejó esa etapa?
- El pro más grande fue descubrir que podía superar mis propios límites. Aprendí sobre nutrición, sobre mi cuerpo, sobre bioquímica, incluso sobre farmacología. Pero el contra fue el impacto en la salud física y mental. Es un deporte donde gente externa analiza tu apariencia. Mentalmente, una vez que dejas de competir, puede volverse traumático. Se generan relaciones poco saludables con la comida y el ejercicio. Es imposible mantener ese físico todo el tiempo sin comprometer tu salud.
- ¿Qué reflejas ahora en tus RRSS?
- Intento que sea integral. Si bien hay un énfasis en el deporte, hablo de nutrición, suplementación con vitaminas y proteínas, tratamientos externos y siempre insisto en la importancia de la asesoría profesional. No se puede jugar con la salud. Es peligroso seguir tendencias que uno ve en TikTok o Google sin consultar a un médico.
- ¿A qué te dedicas fuera del modelaje y las redes sociales?
- Estudié relaciones internacionales y trabajo en la empresa familiar, donde hacemos asesoría y gestión financiera para empresas. Desde la pandemia, nos enfocamos en estructuración financiera para que accedan a créditos. También desarrollamos un sistema para facilitar transferencias al exterior, algo clave ahora con los problemas económicos que vive el país.
- ¿Tienes alguna meta personal para este año?
- Sí. Quiero empezar mi propio negocio. Terminé un diplomado en organización de eventos en el Cordon Bleu de Perú. Me apasiona. Ya organicé eventos pequeños como baby showers o revelaciones de género. Ahora quiero aplicar lo que aprendí, adaptarlo al contexto boliviano y, a largo plazo, tener mi propio emprendimiento.
- ¿Dónde te ves en tres años?
- Probablemente, ya con mi negocio establecido, generando ingresos con algo que genuinamente me apasiona. No creo dejar la empresa familiar, pero sí quiero desarrollar mi camino propio.
- ¿Qué mensaje te gustaría dejar a través de tu trabajo y tu presencia en las redes?
- Quiero animar a las personas a descubrir su verdadera identidad, a encontrar su valor. Todos tenemos una luz con la que podemos brillar y aportar. También, que respetemos: a nosotros mismos, a los demás y al medio ambiente. Y que recordemos que todos somos importantes. No necesitamos opacar a nadie para brillar. Todos podemos hacerlo, somos parte del mismo firmamento de estrellas.