David Ferrufino: el boliviano que desarrolla un auto eléctrico de BMW Group
Texto y fotos: Mónica Briançon Messinger
Su agenda profesional está llena hasta el 2021. Sus citas duran unos 10 minutos. Usa los dos primeros para escuchar el problema a resolver, los siguientes seis para discutir las posibles soluciones y los dos últimos para acordar una solución.
Maneja a un equipo directo e indirecto de miles de ingenieros en el centro principal de investigación y desarrollo en Múnich, Alemania, que llevarán adelante al automóvil eléctrico que será ofertado al mercado mundial dentro de unos años.
Hace 10 años creó elBMW 5 Gran Turismo con su equipo, y ahora está en la Produktlinie BMW Mittel-/Kompaktklasse der Hauptabteilungsleiter bzw, Sublinienleiter BMW Coupé, Gran Coupé, Cabrio 2er, 4er o en una traducción simple es el responsable total y jefe mayor de los nuevos proyectos de autos de la sublínea BMW Coupé, Gran Coupé y Convertible 2 y 4.
Se trata de David Alfredo Ferrufino Camacho, ingeniero automotriz, quien entra a trabajar a las siete y media de la mañana y a veces no para hasta que son las ocho o nueve de la noche. “No siempre fue así”, relata, porque hace mucho, cuando recién entró a la gigante automotriz sus jornadas laborales eran de hasta 16 horas, ya que perseguía una meta clara: Trabajar allí, diseñar autos y vivir en Múnich, la central de la BMW Group.
RECORRIDO PERSONAL
Este boliviano con medio siglo de vida ha vivido en el país germano casi el doble de lo que vivió en su natal Cochabamba. Se fue del país a los 16, en cuanto salió bachiller del Instituto Americano, para estudiar ingeniería electrónica en la Universidad Católica de Córdoba, ya que no fue aceptado por ser menor de edad en la embajada alemana para dar un examen y optar a una de las pocas becas de estudio que se concedían en ese entonces.
A sus 17 pudo optar a los exámenes y requisitos previstos por la legación alemana. Aprobó todos, migró y durante los dos primeros años aprendió el idioma y obtuvo bachillerato alemán, ya que allá, narra, son 13 años, no 12 como en Bolivia.
Cuando tenía 10 años tuvo la suerte de ver el programa Transtel, en un viejo televisor blanco y negro, donde pasaron por algunos minutos un reportaje sobre Alemania, Múnich, el parque Olímpico, y de una gran empresa global automovilística que es ahora una de las más exitosas y famosas del mundo, la BMW Group.
Y mientras pasaba este programa de televisión, se puso por primera vez en su vida una meta realmente alta, que parecía utópica e inalcanzable y prometió en voz alta, delante de sus amigos, que lógicamente no le tomaron en serio y hasta sonrieron pensando que era una de sus bromas, que algún día viviría, según sus palabras, “en ese país tan hermoso, vivir en esa ciudad que parece un paraíso, hablar ese idioma tan complicado pero exótico y trabajar en esa empresa tan exitosa como es la BMW, como uno de los grandes jefes que deciden, coordinan y manejan increíblemente tan altos presupuestos, que son hasta más altos que las deudas externas de algunos países latinoamericanos como Bolivia”.
Ha orientado toda su vida personal, escolar, colegial y universitaria para alcanzar esa meta y 40 años después asegura haberla logrado en un 100 por ciento.
Hace 30 años trabajaba como practicante y en 1995 lo contrataron indefinidamente en la BMW. Aprendió más de lo que le enseñaron, con empeño, esfuerzo, perseverancia, entrega incansable, estrategia e inteligencia autodidáctica y con la otra meta, de no sólo estar contento de llegar al mismo nivel que sus compañeros, sino también de ser mejor y superar a muchos de ellos, aprendiendo a ser un ganador.
Ahora, como uno de los altos jefes de esta empresa, enseña a nuevas generaciones de alemanes muy bien calificados, a jóvenes extranjeros y también cuando visita Bolivia a niños y jóvenes bolivianos, para “ser el mejor”.
Aclara que “no hay que ser perfecto para ser el mejor, el perfecto pierde mucho tiempo; es mejor ser suficiente en un 80% a 90% pero hay que hacer las cosas mejor que los demás. Yo no quería ser perfecto porque quería tener tiempo libre, para hacer deporte y otras actividades”. Ahora practica otros deportes como golf,manejar velero, autos y motos de carrera y está aprendiendo poco a poco a volar aviones para obtener una licencia de piloto privado.
“Es más emocionante manejar un bote a motor porque vas a alta velocidad.La moto ya se vuelve común, quiero hacer algo exclusivo que no todos lo puedan hacer, manifiesta al tiempo que también destaca otro pasatiempo que es volar en globo, “el truco es subir a 700 m en un pequeño cesto de 80 cm de altura y 1,5 m de diámetro”, aclara.
EL FUTURO
Con irrefrenable pasión dice que el futuro ya ha llegado, es hoy. “Tesla ya ha sacado autos eléctricos y la BMW desde el 2013 con el i3 y el i8 ya tiene bastante experiencia, y los próximos autos eléctricos que sacaremos serán más accesibles para cualquier persona”.
Inicialmente, afirma, se seguirá ganando dinero con los autos a combustión para pagar la construcción y el desarrollo de los autos eléctricos. Y así se subvencionará el crecimiento de unos con los otros, con lo que entre el 2030 al 2050 los autos eléctricos cubrirán entre el 80% al 90% del mercado y se implementará además el manejo autónomo de los autos hasta el nivel cinco, donde el conductor ya puede dormir en el auto que se conducirá automáticamente.
Hoy siendo jefe de sublínea dentro de la marca BMW además de desarrollar el auto eléctrico está trabajando en un Gran Coupé con motor a combustión. Lejos ha quedado los días cuando fue líder de la sublínea de producto de todos los actuales automóviles marca MINI.
“Ponerse metas, desde temprana edad, es primordial y mejor si la meta parece al principio inalcanzable y lo más importante es no soñar toda la vida tratando de realizarlas, sino vivirlas y dar un paso cada día más para alcanzarlas y finalmente lograrlas, sin importar cuantos obstáculos lleguen”.