¿Por qué vemos series compulsivamente?
Cuando se avecina la época navideña, van llegando a las plataformas las nuevas temporadas de series de éxito como “The Witcher”, “Succession” o “Dexter”, o esperados estrenos como “Foundation”, basada en las novelas de Isaac Asimov. Esta amplia oferta, con opciones para todos los gustos, hace que los planes de sofá y serie sean muy apetecibles.
“Habitualmente hacemos una primera búsqueda de series que sean afines a nuestros intereses y deseos. Por lo general, cuando vemos un serial televisivo queremos desconectar de la realidad y, por un momento, nos metemos en el papel de alguno de los personajes. A través de él, en cierto modo, vivimos las mismas emociones que su personaje”, señala Macarena del Cojo, especialista del Instituto Psicológico Cláritas. (https://institutoclaritas.com/)
Además, la psicóloga apunta que los hábitos de ocio cambiaron debido a la pandemia. “Al estar tanto tiempo en casa, buscamos maneras de entretenernos. Entre ellas, estaban el consumo de películas y series en las plataformas digitales, ya que en la televisión apenas había programación de entretenimiento”, manifiesta.
Una vez que comenzamos a ver una serie, no solemos detenernos en el primer capítulo y dejar el siguiente para más adelante. Lo más habitual es que veamos el segundo a continuación o, incluso, algunos más, de manera que la temporada nos dura apenas unos pocos días.
En este sentido, Macarena del Cojo comenta que “cada capítulo nos muestra una trama que queda incompleta, de modo que, cuando acaba cada uno de ellos, nos quedamos con la incertidumbre y la necesidad de saber qué va a pasar”.
“Esto ocurre debido a la ‘ley de cierre’, que hace referencia a una norma psicológica por la que nuestro cerebro tiende a completar los estímulos que faltan buscando la mejor organización posible. Así, si tenemos acceso al resto de capítulos, vamos a tener la necesidad de verlos para completar el todo”, subraya.
Además, el hecho de que el siguiente capítulo arranque automáticamente, a no ser que lo paremos, propicia que encadenemos uno con otro.
En este sentido, la psicóloga señala que, darse un maratón de una serie tiene determinados efectos en la memoria.
“Recibir tanta información de interés en tan poco tiempo dificulta los procesos para almacenarla adecuadamente y poder recuperarla después. Es decir, si vemos una serie de golpe, después tendremos problemas para acordarnos de ciertos detalles”, indica.
“En cambio, el hecho de que haya un espacio entre capítulo y capítulo para poder comentarlo y reflexionar sobre él, hace que la memoria a largo plazo sea más sólida”, manifiesta.
“En varios estudios se experimentó el efecto de los maratones de series en la memoria. Se encontró que, en los grupos que habían espaciado la frecuencia con la que veían los capítulos, los recuerdos se consolidaban con el tiempo, por lo que meses después recordaban más detalles que los grupos que habían hecho maratón”, añade.
Asimismo, la especialista subraya que ver una serie durante varias horas seguidas sin poder parar puede conducir, incluso, a un problema de adicción.
“Normalmente, la adicción a las series influye en el trabajo y en las relaciones sociales, que se descuidan cada vez más, pues se dedica gran parte del día al consumo de este material”, apunta.
Además, la psicóloga advierte de que el horario en el que solemos ver las series también puede ser perjudicial.
“Si acostumbramos a verlas por la noche, estar tanto tiempo expuestos a la luz de la pantalla hace que no generemos melatonina, que es la hormona encargada del sueño, por lo que tendremos dificultades para dormir. Los problemas de insomnio, por su parte, conllevan un mayor riesgo de padecer depresión, debido a que hay un incremento del nivel de estrés por la falta de descanso”, expresa.