Buscando una salud visual para todos con un toque de mujer
Con 20 años de práctica médica, Rossio Guarayo Daza es cirujana oftalmóloga experta en soluciones del segmento anterior del ojo, pterigion, cataratas, anillos de Ferrara, queratocono y trasplante de córnea, aunque también ve otras patologías, como las relacionadas con el glaucoma y el estrabismo.
“Ver la cara de la gente, la alegría cuando recuperan su visión. Esa es la más grande satisfacción en mi práctica médica”, asegura Guarayo.
Trabajar en un área tan delicada, en uno de los sentidos que nos hace más humanos, y en un área tan pequeña para realizar una cirugía, requiere mucha habilidad y entrenamiento. “Yo creo que la persona que no ve o no escucha deja de interactuar con su entorno, se apaga, empieza a retraerse porque no puede relacionarse ni socializar. Eso les enseño a mis hijos, que están estudiando medicina, que todo se aprende con vocación, años de estudio, de capacitación y cientos de cirugías que te ayudan a desarrollar tus habilidades, en la práctica de la medicina, pero nunca dejas de ser mujer en mi caso y ser humano”, reflexiona Guarayo.
BUENAS ESPECIALISTAS Y SUBESPECIALISTAS: UNA DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA PRÁCTICA OFTALMOLÓGICA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
En un mundo donde las especialistas mujeres eran muy pocas, ella logró abrirse un espacio, lo que le permitió desarrollar sus habilidades quirúrgicas, en muchas técnicas.
“Siempre estás bajo la lupa, dan por hecho que nos vamos a equivocar o que las mujeres no tenemos la capacidad que tiene el hombre. Hay que reconocer que son más osados, se atreven a muchas técnicas nuevas, pero la mujer es mucho más sensible, más empática, es un tema de habilidades que vienen innatas con el género”, señala Guarayo.
“Obviamente en un mundo de hombres, una mujer tiene que luchar el doble para sobresalir y, además, muchas veces compartir los temas domésticos con el entorno, porque debes coordinar tus actividades profesionales con las del entorno”, comenta. Es una de las razones por la que las mujeres oftalmólogas conformaron la Asociación de Mujeres Oftalmólogas (AMO), integrada por oftalmólogas con subespecialidades, como son la retina, plástica ocular, baja visión, segmento anterior, estrabismo, entre otros, y con la capacidad de atender cualquier otra patología ocular.
Esta asociación está dentro del seno de la Sociedad Boliviana de Oftalmología, porque las mujeres se dieron cuenta que deben unirse para compartir problemas, experiencias y necesidades muy particulares y diferentes a la de los especialistas masculinos.
En Bolivia hay excelentes especialistas con mucho sentido humano, en el caso de las mujeres esto termina siendo un plus mayor, sumado a la calidez y empatía con la que atienden muchas médicas. Ese es el caso de Rossio Guarayo Daza, una cirujana que tiene como su sueño más preciado: lograr que en Bolivia disminuyan los casos de problemas visuales que tienen soluciones simples y están al alcance de todos. Y que la población no tenga miedo a recurrir a los especialistas bolivianos que invierten mucho en su formación y en nuevas tecnologías en favor de los pacientes.
Biografía
Rossio Ximena Guarayo Daza es médico cirujano, se graduó en 1999 de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba.
La primera especialidad que realizó fue en 2002 en Oftalmología, con formación en la Fundación Boliviana de Oftalmología.
Ese mismo año realizó un curso básico de Oftalmología que fue organizado por la Universidad de Puerto Rico.
Del 2002 al 2012 prestó servicios de especialista en los siguientes centros: Hospital Clínico Viedma, Fundación Boliviana de Oftalmología, Asociación de Programas de Salud del Área Rural (APSAR), Hospital de Mallco Rancho y en la Caja de Salud Cordes.
También fue docente de prácticas de la materia de Oftalmología desde 2014 en Unifranza y Unitepc.
Actualmente es miembro de la Sociedad Boliviana de Oftalmología, miembro de la Sociedad Cochabambina de Oftalmología y miembro de la Asociación de Mujeres Oftalmólogas (AMO).