Heridas de Infancia
Para muchos, la mejor edad de sus vidas es la infancia, donde solo deberíamos albergar momentos llenos de alegría, juegos y mucha diversión. Pero no para todos es así, ya que más bien ha sido la etapa de donde venimos cargando muchas heridas que hasta hoy no nos dejan avanzar.
Según los expertos, cada vez se conoce más el impacto que tiene la infancia en nuestra gestión emocional de la edad adulta, esa gestión emocional que viene de ser capaz de que uno mismo pueda regularse en los momentos de estrés, de rabia, de tristeza o de frustración.
Para que se active de forma sana, es necesario, por ejemplo, que haya habido en nuestras vidas, una figura cuidadora, que sepa atender de forma correcta y equilibrada a este niño que fuimos.
Hay heridas que a veces las pasamos desapercibidas, pero que hoy en día se conoce que impactan enormemente en la vida de quien será esa persona en el futuro, influirán en la forma en la que se relacione con los demás, en la forma en la que será capaz de gestionar sus emociones, en cómo se dará cuenta de las personas que no le convengan y tendrá una enorme relación en su vida de pareja, en su vida con sus hijos, en su vida en general.
Según estudiosos del comportamiento humano, se ha determinado que una de ellas, quizás la más importante es “el miedo al abandono”, son esos niños que se han sentido abandonados en la infancia, con un padre ausente o una madre que también estaba ausente, también relacionado con gente que te falla o gente con la que te sientes solo, aunque estés con ellos.
Considero importantísimo escribir sobre este tema, ya que, en los tiempos actuales, un gran porcentaje de jóvenes siente este miedo al abandono, que se convierte de pronto en relaciones tóxicas de las cuales es tan difícil salir, precisamente por el hecho de no querer estar solos. Miedo a que te dejen, lo cual te convierte en una persona altamente insegura, quizás porque experimentase en tu niñez la terrible sensación de no tener a uno de tus progenitores, ya que pensó que, con el divorcio con tu madre, también se divorciaba de ti, entonces esta carencia afectiva no la tomaste en cuenta, sino cuando comenzaste a ser una persona tan insegura en tus relaciones de pareja, que permites cualquier tipo de mal trato a cambio de no ser abandonado.
Estas heridas, por lo general, son causadas por los padres o el entorno más cercano, pero aquí viene algo muy interesante: se ha descubierto que el ser humano es más proclive a tener problemas emocionales muy serios cuando hay una ausencia de “MADRE” y por qué ocurre ello, pues porque las únicas células madre, que conservamos hasta que morimos, son las células de la madre, increíble. Por lo tanto, ¡la conexión madre e hijo es impresionante!
Por ello, es que debemos tener mucho cuidado sobre el daño que podemos causar a nuestros hijos durante la etapa más tierna, ellos necesitan incluso el olor de la madre, el ritmo del corazón y muchas otras sensaciones que no se pueden comparar con la de la madre, este es un lazo indestructible para el resto de sus vidas.
Cuando alguien se siente abandonado por cualquier circunstancia va creciendo y se da cuenta que está mal, que no se siente bien, su miedo más grande es “la soledad”, la falta de atención y afecto generaron en esa persona una fobia a quedarse solo, por lo tanto, no rompe con el abusador, pone excusas.
Estamos hablando también de las personas que pueden ser anoréxicas o bulímicas, porque buscan rellenar la parte emocional que produce placer, siempre necesitan la opinión de los demás. Lloran constantemente.
Es importante detectar todos estos síntomas para luego ponerse en campaña. Para solucionar este tema que puede seguir siendo un obstáculo muy grande en tu vida, es recomendable la terapia, y en otros podrás tú mismo encontrar ayuda, buscando tiempos de soledad, buscando tiempos de silencio, tiempos de escuchar tu corazón, tiempos de hablar contigo mismo y hablar con tu mente. Una herida podrá seguir molestando en la medida que tú no hagas nada con ella y la cures, deja que sea solo una cicatriz.