Medicina nuclear, la llave para la detección temprana de patologías
Una mañana fría de junio fue el escenario para una charla con Karina Miranda, doctora con especialidad en Medicina Nuclear y gerente médico del Centro de Imagen Molecular, y con Vivian Pereyra, doctora en Radioquímica, jefa de Radiofarmacia.
La primera duda, ¿qué es la medicina nuclear? Se trata de una especialidad de la medicina que consiste en administrar un radiofármaco (una pequeña dosis de material radioactivo unida a un fármaco), con el fin de confirmar un diagnóstico o tratar una enfermedad.
En los procedimientos de diagnóstico, el radiofármaco se fija en un órgano específico y su presencia es captada por un detector de radiación llamado gammacámara. En las imágenes moleculares obtenidas se detectan anormalidades funcionales que preceden a los cambios anatómicos, por lo que es posible diagnosticar diversas patologías en fase muy temprana, antes de que sean evidentes mediante otros métodos diagnósticos, explicó Miranda.
VALORACIÓN
Se dispone de cerca de 60 tipos de exploraciones en medicina nuclear convencional y se emplean en el diagnóstico y control de una serie de enfermedades: cardíacas, endocrinológicas, óseas, oncológicas, urológicas, en el diagnóstico de patologías del aparato digestivo, respiratorio, desórdenes neurológicos, procesos infecciosos y sistema vascular periférico, tanto en adultos como en niños.
Entre los principales estudios de diagnóstico están las gammagrafías: ósea, con ciprofloxacina, renales, paratiroideas, de perfusión miocárdica, tiroidea, de glándulas salivales, para hemorragia digestiva, de divertículo de Meckel, de tránsito esofágico, cerebrales, rastreo con I-131 y linfografía de miembros superiores e inferiores.
TRATAMIENTO
En cuanto a los procedimientos terapéuticos, está a disposición el radioyodo para el tratamiento de enfermedades de la glándula tiroides, tales como el hipertiroidismo y el cáncer tiroideo. Este radioyodo se concentra predominantemente en el tejido tiroideo, frenando su funcionamiento o destruyendo las células malignas según el caso.
También está disponible el tratamiento del dolor óseo, como alternativa paliativa en cánceres muy avanzados.
El hecho de que en Bolivia no se cuente con un reactor nuclear para la producción del material utilizado por esta técnica hace que el trabajo sea más complejo en su aplicación. Se debe lidiar con complicados trámites de importación para el abastecimiento de productos tan especializados y casi misteriosos para el común de los bolivianos.
CADA PACIENTE ES ÚNICO
En 14 años que tiene el Centro de Imagen Molecular y con casi medio millón de dólares en inversión, se ha centrado en la tarea de facilitar el acceso de esta técnica, a través de costos más accesibles y, sobre todo, favorecer el acceso a la comunicación y coordinación con los médicos tratantes y pacientes.
No todos los métodos son adecuados para todas las patologías y no todas las patologías necesitan de nuestros servicios. Por eso, es muy importante utilizar la herramienta correcta en cada caso para que el paciente sea el más beneficiado, tanto en la inversión que va a realizar como en los resultados diagnósticos y terapéuticos esperados, explican Miranda y Pereyra, convencidas de que el trabajo y la coordinación del equipo de salud tratante puede hacer una gran diferencia en la vida del paciente.
Y en eso se está trabajando en Bolivia, desde hace ya varios años, creando puentes de comunicación con los médicos tratantes para que ellos tengan la disponibilidad, la confianza de llamar y consultar sobre la enfermedad de su paciente, complementa Miranda, segura de que es el sentir de los tres socios del centro.
“El paciente tiene este problema, ¿esta técnica puede o no ayudarme para un diagnóstico más oportuno?, ¿cuál será la mejor dosis para mi paciente?”, acota Pereyra. Dice que facilitar la información a los pacientes, que muchas veces no pueden llegar a sus instalaciones, a través del uso de los actuales medios de comunicación, para absolver sus dudas y calmar la ansiedad que toda enfermedad lleva consigo, es otra de las máximas que rigen el trabajo del centro.
Miranda explica que es triste cuando un paciente con una patología fácilmente tratable, si se detecta de forma temprana, llega tarde y ya en etapa terminal. “Para eso trabajamos todos los días”, indica, muy convencida de que se ha avanzado en Bolivia, pero que aún falta mucho para explotar por completo todas las opciones de la medicina nuclear.
Es importante tener la conciencia, la capacidad de análisis, de trabajo en equipo y, sobre todo, la empatía con el paciente y su sufrimiento, más en un mundo pospandemia, donde las crisis financieras y morales son el pan nuestro de cada día.
LOS ESPECIALISTAS
Los profesionales cuentan con Licencia para Manipulación de Radioisótopos, emitido por el ente regulador nacional, la Autoridad Fiscalizadora de Electricidad y Tecnología Nuclear (AETN).
Karina Miranda Fernández, Gerente Médico – Médico Nuclear.
Médico especialista en Medicina Nuclear, formada en el Hospital José Joaquín Aguirre de Santiago de Chile y en el Instituto Nacional de Medicina Nuclear (INAMEN) de La Paz, Bolivia. Participó en una beca de aplicación en Cardiología Nuclear de la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos en Montevideo, Uruguay. Cuenta con una Maestría en Psicopedagogía, Planificación, Evaluación y Gestión en Educación Superior en Salud de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) La Paz, Bolivia.
Vivian Pereyra Molina, Jefe de Radiofarmacia – Responsable de Protección Radiológica.
Licenciada en Bioquímica y Farmacia de la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba con una Maestría en Radioquímica y Química Nuclear en la Comisión Nacional de Energía Atómica en Buenos Aires, Argentina. Cuenta con 25 años de experiencia de trabajo en Medicina Nuclear, trabajando para entidades del estado y académicas en La Paz y Cochabamba.
Eduardo Scott Blacud, Gerente Técnico.
Ingeniero electrónico de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Posee 19 años de experiencia en instalación, mantenimiento correctivo y preventivo y control de calidad de instrumentos de medicina nuclear. Ha sido corresponsable de la instalación de tres sistemas de cámara gamma SPECT y un sistema de adquisición y procesamiento de imágenes médico nucleares.