El perro, mucho más que “el mejor amigo del hombre”
“Dios creó al hombre; luego, al verlo tan débil, le confió el perro”, dejó escrito el naturalista y escritor francés Alphonse Toussenel (1803-1885). Una relación entre el perro y el ser humano de la que se han hecho eco grandes y anónimos personajes en la historia de la humanidad, porque estos animales no hablan, pero con su mirada lo dicen todo, sólo hay que saber interpretar. “No saben hablar, pero sabrán acompañar tu silencio”, (Anónimo).
PERROS ABANDONADOS, UNA LACRA
A pesar de la relación de cariño que se establece entre el perro y su amo, no todas las personas que tienen un can en su hogar llegan a desarrollar una sensibilidad que haga posible la comprensión de ese acuerdo mutuo que, por parte del animal, es incondicional para con quien le cuida y le mantiene. Como escribió Orhan Pamuk, escritor turco y premio nobel de literatura 2006: “Los perros hablan, pero sólo a los que saben cómo escuchar”.
Pero, lamentablemente, los casos de abandono de perros siguen siendo una lacra y motivo de escándalo en una sociedad que muchas veces da la espalda a los potenciales recursos emocionales que ofrecen esos seres en su convivencia con los humanos y, como consecuencia, los maltrata o los abandona, en ocasiones porque fue el capricho de un niño para el día de su cumpleaños, pero pronto se cansó de él y no hubo quien se hiciera cargo de su cuidado en la familia. Consecuencia: abandonarlo.
En otras ocasiones, se compra o se adopta un perro sin ser consciente ni conocer las obligaciones que conlleva tener un perro, como son las vacunaciones, comidas, higiene y mantenimiento sanitario, gastos que no deberían ser inesperados, sino conocidos antes de tomar esa decisión, pero que, para el pobre perro, cuando ya creía haber encontrado una familia, puede suponer como consecuencia: abandonarlo.
CONOCIMIENTO E INFORMACIÓN ANTES DE ADOPTAR
La Fundación Affinity advierte de los preocupantes casos de abandono de perros, sirva como ejemplo los 288.000 perros y gatos que fueron recogidos en 2022, en España, según destaca en su estudio “Abandono y Adopción 2023”. Para esta fundación, éste “es un dato preocupante y que constata que el abandono sigue siendo un problema estructural que precisa una mayor intervención y cooperación de todos los agentes implicados para lograr disminuir esta cifra y asegurar el bienestar de los animales de compañía en nuestra sociedad”.
Para evitar que sucedan estos dramáticos casos de abandono, aquellas personas que decidan dar el paso de convivir con un perro deben de buscar no sólo información sobre las necesidades de higiene y manutención, también es muy importante tener conocimiento sobre cómo se debe tratar, educar y enseñar al nuevo compañero para conseguir que aprenda a respetar a su familia humana y su nuevo hogar.
Sin embargo, sobre todo, en el caso de perros procedentes de un centro de acogida y que suelen sufrir traumas por malas experiencias durante su abandono, es conveniente la participación de un entrenador profesional para obtener los resultados más beneficiosos para el perro y para el propietario.
FISIONOMÍA Y CARACTERÍSTICAS SORPRENDENTES
El perro doméstico (Canis lupus familiaris) o también llamado can es un mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo que, gracias al proceso de domesticación, su organismo se ha adaptado a cierta clase de alimentos.
Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza, y las razas pequeñas pueden llegar a alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, mientras tenga una atención esmerada por parte del propietario, de otra forma, su vida en promedio será alrededor de los 15 años.
Hay aproximadamente 800 razas, un número mayor que las de cualquier otro animal y que varían significativamente en tamaño, fisonomía y temperamento, presentando una gran variedad de colores y de tipos de pelo según la raza del perro.
Entre las características más sorprendentes de los canes en general, se encuentra el de su comprensión del lenguaje humano, ya que el noventa por ciento de los perros entiende al menos una treintena de palabras diferentes y de cinco a diez frases completas, con las que podemos dirigirnos verbalmente a él y, aunque el perro no nos contesta, se expresa con la mímica facial, con lo gestos del cuerpo, con los movimientos de la cola, con la expresión de los ojos, y también con la voz.
Entre sus sentidos, la visión y el olfato son los más desarrollados. La visión del perro parece adaptada para la caza, por lo que cuenta con una excelente percepción de movimientos y visión nocturna o crepuscular. El campo visual del perro se encuentra entre los 240-250 grados, ángulo mucho mayor que el humano que es de aproximadamente de 180 grados.
Tienen una visión dicromática que en los humanos se considera daltonismo, y por la que perciben tonalidades de amarillo y azul, el rojo lo perciben amarillo y el verde lo ven gris. La agudeza de su visión les hace capaces de distinguir su dueño de otras personas a una distancia de más de un kilómetro y medio.
El bulbo olfativo de los perros, en proporción al tamaño total del cerebro, es unas cuarenta veces mayor que el de los humanos y pueden distinguir olores a concentraciones casi 100 millones de veces inferiores a las que pueden distinguir los humanos.
En cuanto al gusto, los perros pueden distinguir los sabores básicos de manera similar a los humanos, aunque casi no distinguen el salado. Sin embargo, los gustos pueden diferir mucho de un perro a otro, pues parece que no elijen la comida según el tipo de gusto, sino según su intensidad, -fuerte sabor/gusto suave-, y tienen la capacidad de asociar determinados gustos con los problemas de salud.
Los perros utilizan el sentido del tacto para comunicarse entre ellos y con otras especies. Se trata del primer sentido que se desarrolla en los cachorros recién nacidos y las perras comienzan a lamer y acariciar sus crías poco después del nacimiento.
“EL PERRO SABE, PERO NO SABE QUE SABE”
La inteligencia canina se refiere a la habilidad de un perro para procesar la información que recibe a través de sus sentidos para aprender, adaptarse y resolver problemas, capacidades cognitivas que ha desarrollado debido a su estrecho contacto con el ser humano. “El perro sabe, pero no sabe que sabe”, dejó escrito el paleontólogo y filósofo francés Pierre Teilhard (1881-1955).
Por último, se han descrito muchos casos de lealtad incondicional de los perros para con sus amos, a los que no quieren abandonar siquiera tras su fallecimiento. Aunque también se han dado ejemplos en los que ha sucedido a la inversa, y como dejó escrito Will Rogers, humorista y actor estadounidense (1879 – 1935): “Si no hay perros en el cielo, entonces cuando muera quiero ir donde sea que ellos vayan”.
DATOS
- Entre las características más sorprendentes de los canes se encuentra el de su comprensión del lenguaje humano, ya que el noventa por ciento de los perros entiende al menos una treintena de palabras diferentes y de cinco a diez frases completas, con las que podemos dirigirnos verbalmente a él y, aunque el perro no nos contesta, se expresa con la mímica facial, con los gestos del cuerpo, con los movimientos de la cola, con la expresión de los ojos, y también con la voz.
- La inteligencia canina se refiere a la habilidad de un perro para procesar la información que recibe a través de sus sentidos para aprender, adaptarse y resolver problemas, capacidades cognitivas que ha desarrollado debido a su estrecho contacto con el ser humano.
- Para evitar que sucedan dramáticos casos de abandono, aquellas personas que decidan dar el paso de convivir con un perro deben buscar, no sólo información sobre las necesidades de higiene y manutención, también es muy importante tener conocimiento sobre cómo se debe tratar, educar y enseñar al nuevo compañero para conseguir que aprenda a respetar a su familia humana y su nuevo hogar.