Lactancia materna: Un derecho esencial para madres e hijos
Cada año, del 1 al 7 de agosto, se lleva a cabo la Semana Mundial de Lactancia Materna, un evento que busca concienciar a los gobiernos sobre la importancia de fortalecer las medidas regulatorias para proteger, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna.
En más de 170 países, diversas organizaciones, ligas e instituciones se unen para fomentar la lactancia materna, una práctica vital para la salud de los recién nacidos. En Bolivia, la Liga de la Leche ha sido un ejemplo, organizando grupos de apoyo en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
Este año, el enfoque está puesto en la lactancia materna y el trabajo, una cuestión urgente para asegurar que las mujeres puedan amamantar durante el tiempo que deseen hacerlo. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indicó que más de 500 millones de mujeres trabajadoras carecen de disposiciones básicas en materia de maternidad, y muchas de ellas enfrentan la falta de apoyo al regresar al trabajo.
Aunque Bolivia cuenta con la Ley No. 3460 y el Decreto Supremo No. 0115, que regulan el periodo de lactancia en espacios laborales, la Unicef en un informe elaborado en 2019 señaló que solo el 43% de las empresas reduce el horario laboral por lactancia materna y apenas el 8% cuenta con salas de lactancia.
Ante esta situación, Unicef ha estado promoviendo políticas amigables para las familias en el lugar de trabajo, brindando apoyo técnico para implementar cambios en las políticas empresariales relacionadas con la lactancia materna. El objetivo es mejorar la conciliación entre la vida familiar y laboral de los colaboradores y establecer políticas de cuidado a través de buenas prácticas.
A pesar de los esfuerzos por promocionar la lactancia materna, en un informe conjunto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef revelaron que en América Latina y el Caribe “uno de cada dos bebés no toma leche materna en la primera hora de vida”. Es esencial abordar este problema, especialmente porque se ha observado que la iniciación temprana de la lactancia materna es menor en bebés nacidos por cesárea.
Desentrañar la verdad detrás de los mitos es esencial para promover y apoyar la lactancia materna como una práctica óptima para el desarrollo de los más pequeños. Por ello, es importante recabar información a través de fuentes confiables, como profesionales de la salud y asesoras en lactancia materna.
LO DICEN LAS EXPERTAS
“Tenemos grandes beneficios, uno de los principales es la existencia del calostro que cuenta con inmunoglobulinas que son parte fundamental del sistema inmunológico, encargado de brindar las defensas a nuestro organismo contra virus, bacterias y hongos”.
Esther Aramayo, pediatra neonatóloga.
“La leche materna es el alimento perfecto para el niño. Crece sano y seguro. Todas las mujeres, sin importar edad o tamaño de los senos, son capaces de producir la cantidad de leche que su bebé necesita, todas son de excelente calidad. Amamantar es garantizar la salud integral de tu bebé”.
Daniela Ulloa, asesora en lactancia materna.
MITOS Y VERDADES
Mitos
• La leche materna es menos nutritiva después del primer año.
• Después de los seis meses, la inmunidad de la leche materna es insignificante.
• La lactancia prolongada vuelve a los niños dependientes y puede causarles daños psicológicos.
• Mientras más tiempo se amamante al niño, más difícil será destetarlo.
• Las mujeres con pecho pequeño no pueden amamantar.
• Si las madres están embarazadas de otro bebé, deben dejar de amamantar.
• La madre no puede comer ciertos alimentos durante la lactancia.
• Si la madre está enojada o asustada, no debe dar de lactar.
• No todas las mujeres producen leche de buena calidad o no todas producen leche suficiente para satisfacer al bebé.
Verdades
• La leche materna va cambiando a medida que el niño va creciendo, proporcionándole los nutrientes que requiere durante todo el tiempo.
• Las inmunidades de la leche materna continúan por todo el tiempo de lactancia.
• Muy por el contrario, al satisfacer las necesidades de su hijo a tiempo, éste se independiza cuando está preparado para hacerlo. Existen estudios que demuestran que lis niños amamantados por períodos más largos, tienen una mejor habilidad social que aquellos que no lo fueron.
• La edad no tiene que ver con el destete, sino con la maduración de cada niño. No es saludable, ni para la madre ni para el bebé, acelerar o alargar el proceso de destete si ambos no están preparados para hacerlo. Cada niño tiene un reloj biológico que le indica su momento óptimo para dejar de ser amamantado.
• El tamaño de los pechos no influye en la lactancia.
• Los expertos argumentan que, “aun estando embarazada de otro bebé, la madre puede seguir amamantando”.
• En todo el periodo de gestación y durante la lactancia, la mujer necesita una dieta balanceada. No hay alimentos que aumentan o disminuyen la producción de la misma. A mayor succión, más producción.
• El estrés o el miedo extremo puede aletargar el flujo de leche, “pero se trata de una respuesta temporal del organismo ante la ansiedad.
• Todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente porque la lactancia es un proceso regido por la ley de la oferta y la demanda.