Corazón valiente: El hito médico de coco
En un hito médico sin precedentes en Bolivia, Coco, un perrito mestizo de aproximadamente 11 años de edad, se convirtió en el protagonista de la primera cirugía cardíaca de su tipo en el país. La operación, que involucró la extirpación total del pericardio y la extracción parcial de un tumor cardíaco, tuvo lugar en Cochabamba y marcó un momento histórico en la medicina veterinaria.
Coco es un sobreviviente en el verdadero sentido de la palabra. De cachorro vivía en las calles, luchando para sobrevivir, carente de cariño y cuidados pese a tener “una familia”, hasta que fue rescatado. Su carácter juguetón y enérgico conquistaron el corazón de Ronald Pacara, quien tras perder a dos de sus mascotas decidió adoptarlo. “Es el alma de mi casa, un miembro irremplazable de la familia”, señala.
Cuenta que Coco enfrentó dos momentos críticos en su vida. En 2015, contrajo moquillo y su salud estuvo al borde del abismo. Los pronósticos eran sombríos, pero desafió las expectativas y sobrevivió. Sin embargo, ocho años después, su abdomen comenzó a hincharse de manera inusual, lo que alarmó a Pacara. Este síntoma, atípico para un perro de constitución delgada como Coco, lo llevó a una visita al veterinario, donde se descubrió que sufría una patología de riesgo que debía tratarse de emergencia: presentaba un taponamiento cardiaco a causa de un tumor en el corazón.
La opción más compasiva habría sido la eutanasia, pero Coco no estaba listo para rendirse. “Es un perro valiente, nunca se ha rendido, él quería vivir”, dice Pacara. Entonces, su familia tomó la audaz decisión de someterlo a la pericardiotomía, una cirugía que, hasta ese momento, no se había realizado en Bolivia en un can. A pesar de los desafíos y riesgos que involucraban un 50 por ciento de posibilidad de que pierda la vida, Coco superó la cirugía.
En el procedimiento realizado en agosto participó un equipo de anestesiólogos, cirujanos, un oncólogo y el personal de recuperación de VidaVet, liderados por el médico veterinario especializado en cardiología André Coca. La cirugía duró tres horas y media, desde la preparación.
Coca destaca que uno de los principales desafíos fue la delicadeza y pequeñez de las estructuras anatómicas del paciente, así como el riesgo de hemorragia durante la manipulación del tumor. “Prácticamente hemos estudiado todos para poder darle el mejor resultado. Coco ya venía con fe”, comenta.
El día de la cirugía, Pacara estuvo pegado al teléfono esperando noticias sobre el destino de su compañero. Finalmente, llegó la llamada: Coco había superado con éxito la cirugía. Su recuperación fue asombrosa. Cuando finalmente se reencontraron, demostró una emoción desbordante que conmovió a todos. Recuperó su energía y vitalidad, y en casa, no mostró signos de haber pasado por una cirugía cardíaca, destaca. “Pudimos darle la calidad de vida que el necesita, aunque sea viejito, para que pueda vivir tranquilo junto con su familia”, añade el médico veterinario.
Aunque la biopsia reveló que el tumor de tipo quemodectoma era benigno, su ubicación hace que sea riesgoso eliminarlo por completo, por lo que ahora enfrenta un camino continuo de quimioterapia durante al menos cuatro meses para reducir el tumor. La mitad del camino ya se recorrió.
El éxito de la cirugía no solo marcó un avance significativo en la medicina veterinaria boliviana, sino que también es un punto de referencia para la atención cardíaca en todo el país. La información se comparte a través de colegas veterinarios y al departamento llegan incluso pacientes de Potosí, La Paz, Santa Cruz y Tarija que acuden solo por el servicio. “Es una muy buena evolución para la profesión como tal y para la población”, subraya Coca.
Para el médico, su motivación personal y profesional reside en proporcionar una vida mejor para los animales, en especial a aquellos que luchan contra enfermedades cardíacas, en memoria de su compañero felino que padeció de una patología de este tipo.
Coco y su familia, junto con el equipo médico, abrieron una puerta para futuros avances en la medicina veterinaria en Bolivia, demostrando que la esperanza y el cuidado pueden marcar la diferencia en las vidas de las mascotas.
Primera cirugía cardiaca a tórax abierto
En abril de 2022, Coca apoyado por los cirujanos veterinarios Jesús Veizaga, Verónica Padilla, Enrique Mendizábal y el equipo de internación de la clínica realizaron la primera cirugía cardíaca a tórax abierto a un can. La paciente fue Shana, una cachorra de raza pastor alemán que tenía los meses contados por una enfermedad congénita en su pequeño corazón: ductus arterioso persistente.
Las cardiopatías son la tercera causa que afecta a las mascotas, después de las gastroentéricas y dermatológicas. Shana fue una de las pocas que se recuperó, ya que fue atendida en el momento indicado. Si la enfermedad no es tratada, los canes pueden vivir solo hasta los 6 o 12 meses por las complicaciones, explica Coca. La detección a tiempo de su enfermedad permitió hacer el procedimiento quirúrgico.
Con estas dos experiencias, los médicos veterinarios apuestan por nuevos retos. Coca cuenta que en unos meses realizarán un reemplazo de válvula a un perrito en Brasil, por el tema de equipos. “Seguimos avanzando, queremos seguir haciendo las cosas bien por los animales que ya son parte de la familia”, manifiesta.