Comestibles, salvajes y resilientes: ideas para el diseño de jardines
Las tendencias en jardines en 2024 estarán marcadas por un retorno a la naturaleza. Es la consecuencia lógica de una creciente sensibilidad por el entorno tras las cuarentenas decretadas a lo largo del mundo.
El resultado son jardines más sostenibles y de aspecto natural, donde la base son siempre plantas autóctonas y resistentes a unas condiciones climáticas cada vez más severas. La ventaja de este tipo de jardines más ecológicos es que consumen menos agua. Además, podrás elegir especies que estén bonitas todo el año.
1 Jardines comestibles
Tener un huerto es una de las tendencias en jardines para 2024. Se trata del reflejo de una nueva sensibilidad social que busca una integración más sostenible entre vivienda y paisaje y que promueve el consumo de alimentos saludables. Más allá de macetas con plantas aromáticas frescas (tomillo, el perejil, la menta o el cilantro), sacos de rafia y cajones o mesas de cultivo habituales, a los jardines comestibles se incorpora el color gracias a flores comestibles como la caléndula, la borraja, las violas y las capuchinas. Además, estas atraerán a los animales polinizadores, ayudando a que los jardines comestibles sean abundantes.
Como alternativa en el diseño de este tipo de jardines que suelen acabar con un look demasiado shabby, los profesionales recomiendan jardineras galvanizadas que tienen una estética “de granja” o jardineras de acero inoxidable que son más modernas.
2 Jardines salvajes
Una de las tendencias en jardines y patios es que se llevan los jardines de aspecto silvestre. Céspedes de pelo largo salpicados de ranúnculos y hierba larga; jardines que casi recuerdan a un paseo por el bosque, con profusión de perifollo verde y flores perennes de tallo alto; hierbas que crecen por entre las piedras del camino, en un caos controlado.
3 Jardines resilientes
Los jardines con plantas tolerantes contra la sequía y los calores extremos como los que hemos vivido en 2023 también pueden ser exuberantes. La sostenibilidad en los jardines se traduce en favor de campos de gravas, praderas informales con tréboles, cada vez menos césped y zonas con plantas rastreras, pero también en caminos de piedra o loza salpicados del colorido de rosales, salvias y camelias. Destaca el empleo de gramíneas y vivaces multicolores, además de jardines con árboles como el pino, el olivo, el ciprés o el granado, especies resistentes al calor y a las temperaturas extremas.