Coleccionista Gabriel Caero, la pasión por el fútbol hecha camisetas
Todo amante del fútbol sueña con tener las casacas de sus equipos favoritos o del plantel de sus amores. Gabriel Caero Rodríguez, editor de deportes de Los Tiempos, vive ese sueño ya que después de 24 años posee 120 casacas y lo más seguro es que su colección no finalizará ahí.
Gabriel inició esta pasión por las camisetas en 1999, cuando su mamá (Rosario Rodríguez) le regaló su primera polera, una del club The Strongest, aquella que el equipo atigrado usó en 1998. La última adquisición fue una camiseta de la selección de Catar, con la que jugó en el Mundial que organizó en 2022.
Si bien en el mercado nacional existen camisetas de los equipos más conocidos como The Strongest, Bolívar, Wilstermann, Aurora, etc. posee otras como la de los clubes que pelean el ascenso a la División Profesional, ya que ni siquiera los propios clubes las ponen a la venta. Es por esta razón que la colección que tiene Gabriel es tan valiosa.
“Tengo poleras de las nueve asociaciones, de equipos que están peleando el ascenso. Tengo por lo menos una de cada asociación, tengo algunas retro, como por ejemplo Atlético Pompeya que me costó bastante conseguirla. También tengo otras como la del desaparecido Esparta de Cochabamba, de Sur CAR de Oruro, de equipos que están peleando el ascenso constantemente, pero que hoy en día es poco probable que se la pueda conseguir en una tienda o en el mercado. Son poleras difíciles de encontrar, que uno solo puede conseguir a través de los contactos, comprar en la misma ciudad o a veces tener suerte para poder tenerlas”, dice.
Gabriel, como todo coleccionista, no busca cualquier camiseta para añadir a su colección, sino que le interesan sobre todo aquellas que son particularmente complicadas de encontrar.
“Trato de coleccionar la mayor cantidad de camisetas que sean distintas. Sí, tengo muchas tradicionales, pero la gran mayoría de ellas son de equipos poco conocidos, poco habituales o son más difíciles de conseguir. Son camisetas complicadas en algunos casos, otras son de equipos ya no existen o no sobrevivieron al tiempo. Ese es mi principal interés, aparte de tener aquellas que hoy en día se hacen complicadas de conseguir en el mercado”, cuenta.
Explica que una característica que busca en las camisetas es que tenga publicidades, “porque eso marca el momento y el tiempo en el que jugaba ese equipo, cuando empezaron a competir ciertos clubes y las empresas que confiaron en ellos”.
Dentro de sus adquisiciones se encuentra, por ejemplo, una del club Sport Boys, que cuenta con 17 publicidades.
Dentro su colección, existen joyas que todo fanático del fútbol quisiera tener entre sus posesiones. Por ejemplo, tiene un polerón negro emitido por Adidas en homenaje al portero soviético Lev Ivánovich Yashin, conocido como la Araña Negra o la Pantera Negra.
“Es un polerón de la Unión Soviética, en representación de Lev Yashin el famoso arquero soviético, ganador de varios torneos con los clubes, con el Dínamo de Moscú. Es principalmente representativa e importante porque no solo es negra entera, incluso siendo una camiseta de Adidas que generalmente tienen líneas blancas, sino que tiene impresa la famosa fotografía de Lev Yashin en la que se lo ve volando al despejar el balón en un partido del Mundial Inglaterra 1966, torneo donde en el que se ganó el apodo de Araña Negra, porque era un arquero extraordinario para su época, considerando los balones que se usaban en esa época Lev Yashin tenía manos de piedra. En base a las actuaciones y el nombre que se ganó Lev Yashin, en el mundo otros arqueros como José Issa se ganó el mismo apodo, por vestir igual de negro y por ser el dueño del arco en Bolivia”, detalla.
Otra camiseta que tiene un valor agregado para Gabriel, es una de la Selección de Suiza, que incluso tiene el autógrafo de Philippe Senderos, capitán de ese equipo.
“La camiseta de la selección de Suiza que tengo es la del 2009. Tengo familia en Suiza, un primo vive allá. Él me consiguió la camiseta, hicimos un intercambio, porque él quería la camiseta de Boca Juniors. Da la casualidad de que Philippe Senderos era vecino de mi primo, vivía en la misma cuadra en Ginebra, fue capitán de la Selección de Suiza y del Arsenal de Inglaterra, por todo ello tiene un valor agregado, es bastante especial para mí”, comenta.
Además de la primera polera del club The Strongest que recibió de manos de su mamá, aquella que tiene la “particularidad de tener a los patrocinadores de entonces Paceña y Cobee”, Gabriel tiene en su poder otras camisetas del Tigre significativas en su poder, como la del 2001, con la que jugó la Copa Libertadores.
“Esta tiene un logo que muchos recordarán, la de Panamerican Sports Network (PSN) que era el canal que transmitía los partidos antes de ESPN y Fox Sports. También está el logo del famoso TV cable Supercanal, que en ese entonces solo se transmitían por este medio los partidos del fútbol profesional”, recuerda.
Sumado a ella Gabriel tiene en su posesión otras poleras de edición limitada que sacó The Strongest como la que sacó el 2022 en homenaje a la Guerra del Chaco, o aquella camiseta que se vendió tras la emisión de la película “Fuertes”, que se basó en los jugadores del club atigrado que fueron parte de la Batalla de Cañada Strongest.
Entre las poleras de los equipos que lucharon por ascender se encuentra la del club Fancesa de Sucre, la que usó en el 2020.
“Esta tiene muchísima historia, porque fue muy difícil de conseguir. Fancesa desató tal furor en la Copa Simón Bolívar de ese año y por eso la casaca era difícil de conseguir. El equipo llegó a semifinales donde perdió con Real Tomayapo, pero la camiseta se agotó porque todo el mundo se compraba. Recién la pude conseguir tres meses después de que acabó la Copa Simón Bolívar, gracias a un amigo Carlos Durán, que junto a su hermano lograron comprarla en Sucre, porque (desde el club o la tienda) no te la mandaban ni por courier. Además, la camiseta tiene la particularidad de que tiene el aval del Sindicato de Trabajadores de la Fábrica de Cemento de Sucre”, afirma.
Entre las que se le complicó conseguir se encuentra la del equipo Empresa Minera Huanuni, ya que esta camiseta no la vendían en ningún lado.
“Esta casaca la conseguí gracias al jugador Thabiso Brown que llegó a Aurora, a quien contacté para hacer una entrevista (cuando aún jugaba en Huanuni). Antes de finalizar el contacto le pregunté cómo podría conseguir la polera y me dio el número de teléfono del dueño de la empresa Henrrys (que vestía a EMH), quien me dijo que la podía mandar en flota. Al final (el dueño de Henrrys) decidió venir y me la entregó personalmente en Cochabamba, porque iba a Santa Cruz de viaje a firmar un contrato. La polera tiene la particularidad de contar con el logo del minero, que es de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), poco usual, no he visto otra camiseta que tenga este mismo logo y diseño. Además es representativa, tiene en el pecho al Posokoni que es el famoso cerro de donde se saca el estaño”, relata.
Entre sus joyas se encuentra una polera del Deportivo Aucas, club que dirigió Ramiro Blacut y en el que jugó Mauricio Soria, la que salvó del descenso y llegó a pelear el título. También están las camisetas de los equipos argentinos, pero no de los planteles grandes como Boca Juniors o River Plate, sino la de Central Córdoba de Santiago del Estero, que tiene el parche de la Super Liga, que ya no existe.
Gabriel aprovechó al máximo cada viaje que hizo para poder adquirir alguna camiseta que le interesaba. Pero además su madre tampoco regresaba con las manos vacías, fue así que llegó a sus manos una camiseta de Chivas de México.
Una de las poleras que Gabriel no pudo conseguir a la fecha y es posible que no lo haga es la del club Iberoamericana, de La Paz.
“La camiseta de Iberoamericana no la pude conseguir ni en réplica, porque además en aquella época no había para comprarla. No creo que ya la consiga, porque ahora es Cafetalero Caranavi, ya no es de Iberoamericana. Pero también pensé que no conseguiría la de (Atlético) Pompeya, aquella del año 2000 cuando jugó en la Liga, aunque es una réplica como la de Mariscal Braun, que no me la querían vender (risas)”.
Otra que tampoco pudo conseguir es la de Unión Central, que tiene una historia triste para Gabriel porque aunque había ahorrado lo suficiente (180 bolivianos) para comprarla cuando tenía 16 años, no pudo salir con el dinero de su casa, ya que días antes sufrió un robo cuando salía de su colegio. Cuando ya tuvo el valor para salir con el dinero, la casaca ya no estaba en stock.
La pregunta que todos sus amigos se hacen es si Gabriel pondrá un día un punto final a su afición de sumar más joyas a su colección. Es una interrogante que ni el mismo puede responderse, ya que cuando contaba con 54 o 55, quiso llegar a los 60. Después, tras el reto de un amigo Yamil Maldonado, llegó a las 100 poleras, donde pensaba frenarse y ahora tiene 120.
La colección debía cerrarse en los 120, con la llegada de la camiseta de Royal Obrero, polera que aún no llegó y en su lugar se sumó la de Catar. Una vez tenga en su poder la Royal Obrero serán 121 y solo él sabe si continuará por saciar su sed con estas camisetas que tiene un valor histórico.