¿Trabajas en un ambiente tóxico? Pon un alto
Compartir en un ambiente laboral puede ser complicado y difícil, más aún si se toma en cuenta que la carga de trabajo y una mala actitud pueden generar tensión constante en el lugar donde se pasa una gran parte del día.
De acuerdo con Aditya Jain, profesor en la Escuela de Negocios de la Universidad de Nottingham, citado por Infobae, las consecuencias de un ambiente de trabajo tóxico pueden traer impactos, como menos asistencia, falta de compromiso, productividad e innovación, así como consecuencias en la salud física, como enfermedades cardíacas o trastornos musculoesqueléticos, mala salud mental, burnout y agotamiento generalizado por estrés laboral constante.
Por ello, es importante que tanto trabajadores como empleadores colaboren para crear un ambiente de trabajo saludable donde todos estén cómodos y tranquilos.
Hay reglas sencillas que pueden ayudar a una convivencia armoniosa en el espacio laboral:
- No reserve su sonrisa sólo para el jefe. Sus compañeros de trabajo también se lo merecen. Los actos de amabilidad tienen un efecto positivo en el estado de ánimo, ya que se libera oxitocina, la hormona que interviene en la formación de vínculos sociales y en la confianza en otras personas. No violente sus gestos ni los deje dominar por el nerviosismo, ni trate de ocultar su debilidad bajo la altanería. En una discusión no insista en que tiene la razón, es mejor aceptar que nos equivocamos, ofrecer disculpas y ofrecer soluciones para remediarlo.
- Sea muy metódico, pues el desorden hace perder mucho tiempo. En ocasiones alguna persona tendrá que revisar algo que nosotros hacemos o viceversa, por ello, es de suma importancia entregar las cosas a tiempo para no retrasar o afectar los tiempos de trabajo de los demás. Tenga consideración para con los demás a la hora de hacer algo que vaya afectar el medio ambiente común.
- No debemos olvidar que nos encontramos en un espacio compartido de trabajo. Preguntar a nuestros colegas por cosas que pueden afectarles ayuda a que se sientan considerados y evita disgustos y malentendidos. Por ejemplo, recoger nuestra basura, limpiar el microondas y no dejar comida caducada en el refrigerador.
- Debe evitar los grupos demasiado cerrados. No se encierre en “camarillas” que excluyan a alguno por prejuicios de los miembros del grupo, o cualquier otro motivo semejante. Esto tiende a alimentar actitudes muy negativas y contraproducentes, como el favoritismo, los chismes, los comentarios de doble sentido. Es importante no tener actitudes que hagan sentir excluidos a nuestros compañeros. Puede que creamos que los chismes o comentarios no tienen ninguna importancia, pero no sabemos cómo y a qué nivel pueden afectar a una persona, además de las consecuencias que esto puede traer en las dinámicas de trabajo.
- Jamás participe en chismes, ni divulgue secretos que le haya confiado algún compañero. La discreción es una de las cualidades más importantes para poder mantener un ambiente de armonía y respeto entre sus compañeros. Identifiquemos si las conversaciones aportan algo bueno o, por el contrario, buscan dañar o perjudicar a alguna persona. De esta manera podemos decidir alejarnos y no seguir alimentando este tipo de conductas.