Imagen personal. ¿Qué se proyecta?
Vestir acorde a la ocasión es importante y muchas personas lo consiguen de diferentes maneras. Pese a ello, en muchas ocasiones, vestir bien no refleja lo que una persona intenta transmitir o proyectar.
La asesora de imagen Natalia Villarroel comenta que en muchas ocasiones se puede considerar una “superficialidad”, pero se trata de generar una congruencia entre “ser y parecer”.
“Se considera una superficialidad hablar del tema de imagen, es decir, que verte bien significa que es superficial, pero va mucho más allá, porque la imagen es lo primero que la gente ve, es necesario generar una congruencia. No vamos por el mundo con el currículo y respaldándote con papeles, pero ve tu imagen y ya comienza a asociarte a partir de lo que están viendo”, indica.
Villarroel explica que, al momento de decidir por un tipo de vestimenta, la imagen que uno tiene de sí mismo afecta a la elección y muchas veces se piensa más en los defectos que en las virtudes que se pueden potenciar. Muchas veces el resultado termina opacando, en lugar de sumar.
Lo que favorece
“Hay muchos aspectos al momento del cambio de imagen, aunque más que un cambio de prenda, hay que hacer un cambio en la cabeza y modificar hábitos”, afirma Villarroel. Señala que se pueden lograr mejoras en el styling de cada persona, a partir de prendas básicas y que la “respalden”.
Además, recalca que una de las creencias limitantes que se maneja, desde hace muchas décadas, es que para vestirse bien se requiere un presupuesto significativo, sin embargo, apunta, más bien se “opta por lo que más favorece”.
Proyectar la imagen
“Nos basamos en el estilo de vida, la rutina, la función que se cumple y qué se quiere proyectar. Hay que generar una congruencia, pero también es importante ver el estilo de vida. Cada básico para cada profesional y para cada persona es único”, afirma Villarroel acerca de definir un estilo de vestimenta y, sobre todo, del afán de proyectar lo que uno representa, lo que desea transmitir.
Hay aspectos claves que se toman en cuenta a la hora de definir un estilo, como el color favorito, tipo de cuerpo, entre otros. En muchas ocasiones, se critica la falta de criterios que se manejan a la hora de vestir, sin embargo, no se propone una visión para mejorar.
A veces la comodidad, el clima y otros aspectos influyen en la elección de una prenda, pero la especialista considera que se pueden mostrar mejoras si es que se ven detalles relacionados con lo que favorece a cada persona y se adecúa a cada ocasión.
Tips para mejorar tu imagen
1. Vístete con un objetivo en mente. Tanto al ir de compras y preparar las prendas para la semana, pensando en los objetivos de tu vida. Cómo quieres que la gente te perciba en la vida profesional y laboral.
2. Aprende a vestirte de acuerdo a tu tipología corporal. Reconocer las características físicas es la herramienta fundamental, ya que ayudará a seleccionar las prendas que más te favorecen.
3. Identifica los colores que te favorecen. Los colores pueden iluminar u opacar el rostro. También lograr combinaciones acertadas con las diferentes prendas para optimizarlos.
4. Sé fiel a tu estilo personal. El estilo personal es la forma de expresarse, a través de las prendas. Ese será el mensaje que el mundo va a recibir en el momento de conocerte.
5. No te dejes llevar por las tendencias. Analiza si “esa” prenda que se encuentra en tendencia puede formar parte de tu guardarropa, si va con tu tipología corporal.
6. Ojo con los complementos. Los complementos y accesorios marcan y enmarcan nuestra personalidad. Evita todos aquellos que estén deteriorados o en mal estado.
7. Atención a los detalles. Prendas bien planchadas, pliegues correctos, zapatos bien pulcros.
8. Cuida tus manos. Manos bien hidratadas, uñas arregladas y prolijas.
9. Cuida tu lenguaje corporal. La imagen está relacionada con el lenguaje verbal y no verbal. Los movimientos, gestos y la posición corporal son también canales de los mensajes y emiten señales importantes para descifrar la veracidad o no de estos.
10. Valora el tiempo. Tu tiempo o el de los demás tiene que ser parte de tu organización para una cita ya sea laboral o personal. Llegar tarde deteriora tu imagen, y si lo vas a hacer por algún motivo excepcional, avisa previamente (dos horas mínimo).