Juan Cristóbal Ríos: “Ser boliviano acá o allá es lo mismo”
Conocer la vida de los bolivianos que migran a Estados Unidos fue su objeto de numerosos estudios, por lo que ahora también se decidió a mostrar la realidad de los compatriotas en ese país en un documental. El cineasta y escritor Juan Cristóbal Ríos, quien escribió el guion de la película “¿Quién mató a la llamita blanca?” y es coescritor y director de casting de “Norte estrecho”, se encargó de este cometido.
El guionista se refiere a qué lo motivó y cómo surgió la idea de compartir estas vivencias con las personas que se quedan en el país. En una entrevista con OH!, Ríos comenta el tiempo que le llevó producir el documental titulado “La Virginia de los bolivianos” y los pormenores de este material que será estrenado a finales de este mes.
– ¿Cómo surge la idea de abordar este tema?
– La historia nació justamente en octubre del 2012, junto a Hugo del Granado, de Hugo Films, y Salvi Fuentes, con quienes intentamos hacer unas tomas creativas de un metro que salía a otra estación y unos diablos vestidos entraban al metro. Luego poco a poco fuimos seleccionando a todos los personajes bolivianos de “La Virginia de los bolivianos”, como Mamá Julia, mi abuelita también está, una serie de constructores donde destaca, por ejemplo, Walter o los constructores que son parte de la iglesia de Santa María. Emma Viola Sánchez que es como María Teresa de Calcuta de Virginia porque ayuda a la comunidad de manera muy interesante y Jared. Son un montón de personajes, es una película coral que la verdad podemos estar una hora hablando de todos los personajes que tiene.
– ¿Cuál es el tema central de este documental?
– La idea justamente es crear una especie de macrocosmos en el cual estamos recreando Bolivia, principalmente Cochabamba, el Valle Alto y un poquito de Santa Cruz en lo que vendría a ser “La Virginia de los bolivianos”, que es básicamente utilizando una metáfora geográfica. Hay una calle muy grande, una avenida muy grande que se llama la Columbia Pike y esa avenida junta varias ciudades o condados, como son Arlington, Falls Church, porque “La Virginia de los bolivianos” no es solamente Arlington. Es similar, digamos, con la Blanco Galindo, que va aquí a Quillacollo, Sipe Sipe, Vinto. Lo que queremos crear es metafóricamente una Bolivia 2, digamos. No tiene nada que ver con Estados Unidos, lo digo con respeto, por si acaso, porque yo soy un orgulloso ciudadano estadounidense, entonces, para aclarar posibles problemas.
¿Cuál ha sido la historia más boliviana o bolivianizada que se ha encontrado y qué se está tratando de plasmar?
Todas las historias, pero, a mí la que se me viene a la mente y voy a puntualizar, la de mamá Julia, que ella es una especie de madre de los bolivianos. Es una lingüista que fue a la Universidad de George Washington University y, justamente, ella domina toda la cuestión pluricultural de La Virginia de los bolivianos. Ella fue la que me dio el marco lingüístico, teórico, porque gracias a ella, es lo que decía el editor de Ludocinema, que ella es la que engloba todo el documental, porque empezamos con ella y terminamos con ella. Ella está con una máscara de tobas, luego nos muestra cómo hace una k’oa en su casa ahí por la George Mason, que es una calle también de La Virginia de los bolivianos y, bueno, ya van a tener muchas sorpresas de mamá Julia.
– ¿Realmente les sucede a los bolivianos que se sienten más bolivianos afuera que acá?
– Eso de ser más boliviano acá que allá, yo te lo podría decir que es lo mismo, justamente, son análogos, la única diferencia es que Estados Unidos, como es un país que, en lo personal, a mí me molesta demasiado, hay que ver, tomar el bus, todas esas cosas que realmente, personalmente, a mí me molestan mucho, pero esos son detalles que no tienen nada que ver, porque soy una persona sumamente sencilla y humilde.
– ¿Cuánto tiempo le ha tomado y qué tipo de movimiento técnico tuvo?
– Se ha tardado un montón, porque hemos empezado el 2012 junto a Hugo Films y a Hugo del Granado, que son los productores ejecutivos, y luego se juntó Sandra Camaro de Little Bolivian Films, que justamente ellas son las casas productoras. Nos tomó 12 años, justamente empezamos con el apoyo de Hugo del Granado, un trabajo ad honorem, luego se sumó Salvi Fuentes, luego la productora Sandra Camaro, de Little Bolivian Films, aportó.
Si Jorge Sanjinez hizo teoría del cine junto al pueblo, nosotros hicimos teoría del cine junto a la kermés, porque hicimos un montón de kermeses.
Conseguimos el Grand Arlington Commission for the Arts, una cosa así, y eso nos dio el fondo necesario para terminar el documental.
Empezamos el primer tiro de cámara en octubre del 2012 y hemos terminado hace unos pocos días gracias a mi gran amigo Richard Chuquimia, con el que filmamos unas escenas, justamente, aquí por los puentes.
– ¿Cuándo se va a lanzar y se la podrá ver?
– El estreno va a ser en Arlington porque tenemos que cumplir con el fondo que ganamos. La vamos a presentar en Arlington Cinema Drought House, que también es parte de La Virginia de los bolivianos porque está en la Columbia Pike y, bueno, va a ser un gusto, ya estamos trabajando con las invitaciones. Yo creo que aquí en Bolivia estamos viendo la posibilidad de que se estrene en Cochabamba, en Oruro, porque el público meta es también folclórico. La otra opción que manejamos es que vamos a hacer una gira por todo el valle alto porque la gran mayoría de los bolivianos vienen del valle alto y, bueno, ya veremos dónde se va a llevar a cabo.
– ¿Algún otro tipo de material o filme que quiera hacer respecto a este tipo de situación?
– Tengo muchos proyectos en mente, pero mi productor del alma me ha prohibido hablar, entonces, vamos a esperar.