Pandemias. Patógenos que pueden evolucionar
A principios de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo conocer la lista actualizada de patógenos que podrían evolucionar y causar una pandemia en el futuro.
A los pocos días de esta publicación, la misma institución declaró la emergencia sanitaria internacional por la viruela del mono, mientras que Suecia anunció que halló el primer caso de una nueva variante de la enfermedad en su territorio, que antes sólo se había visto en África.
Los patógenos
Entre estos patógenos se encuentran los responsables de enfermedades como la gripe, la Covid-19 y la tuberculosis, además de otras. Esta recomendación cuenta con el respaldo de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), una organización público-privada de la que forma parte la Fundación Bill y Melinda Gates y Gobiernos como el de Alemania, Japón, Noruega, entre otros, que tiene como objetivo financiar proyectos de investigación independientes para desarrollar vacunas contra enfermedades infecciosas emergentes.
En un comunicado de prensa, la OMS precisó que junto a la CEPI “han subrayado la importancia de ampliar la investigación para englobar familias enteras de patógenos que pueden infectar a los seres humanos —independientemente de su presunto riesgo pandémico— y de centrarse en patógenos concretos”.
“Con este método se propone utilizar prototipos de patógenos como guías o precursores para establecer la base de conocimientos de familias enteras de patógenos. Con esta estrategia se pretende también acelerar la vigilancia y la investigación con el fin de comprender la transmisión de los patógenos, cómo infectan a los seres humanos y cómo responde a ellos el sistema inmunitario”, señalan en la publicación.
Estos postulados forman parte de un informe presentado por la OMS durante la Cumbre Mundial de Preparación para Pandemias que se celebró en Brasil.
“Necesitamos que la ciencia y la determinación política se unan mientras nos preparamos para la próxima pandemia”, declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Tedros enfatizó la importancia de superar estos desafíos: “Profundizar nuestros conocimientos sobre los muchos patógenos que nos rodean es un proyecto de ámbito mundial que requiere la participación de científicos de todos los países”.
El comunicado de la OMS contiene detalles del procedimiento aplicado por los especialistas para estudiar este escenario. “Participaron más de 200 científicos de más de 50 países, quienes evaluaron los conocimientos científicos y la evidencia sobre 28 familias de virus y un grupo nuclear de bacterias, con un total de 1.652 patógenos. El riesgo epidémico y pandémico se determinó examinando la información disponible sobre los patrones de transmisión, la virulencia y la disponibilidad de pruebas diagnósticas, vacunas y tratamientos”.
Entre los patógenos prioritarios que podrían desencadenar la próxima pandemia se encuentran el virus de la gripe A, el virus del dengue y el Mpox o viruela símica (antes conocida como viruela del mono).
En esta oportunidad, la lista se amplió a 37 e incluyó entre las novedades el virus de la gripe A, el virus del dengue, el Zika y el Mpox o viruela símica, entre otros.
También se incorporaron grupos de coronavirus conocidos como Sarbecovirus y Merbecovirus. Estos comprenden al SARS-CoV-2, responsable de la pandemia de Covid-19, y el virus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). La novedad de esta edición fue que incluyeron las familias completas de esos virus, a diferencia de las ediciones pasadas que habían contemplado sólo los virus específicos que causan el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el MERS.
El nuevo listado también contempló media docena de virus de influenza A, incluyendo el subtipo H5, que ha provocado un brote en el ganado en los Estados Unidos.
Entre las bacterias añadidas recientemente se encuentran cepas que causan cólera, peste, disentería, diarrea y neumonía.
El informe también señala dos virus de roedores que han pasado a las personas y pueden transmitirse esporádicamente de persona a persona. El cambio climático y la urbanización podrían aumentar el riesgo de transmisión de estos virus, según los expertos.
“Para facilitar la labor, la OMS está en conversaciones con instituciones de investigación de todo el mundo para establecer un Consorcio para la Investigación Colaborativa y Abierta (CICA) para cada familia de patógenos, con un centro colaborador de la OMS como base de investigación para cada familia”, postularon desde la OMS.
Además de los agentes infecciosos prioritarios, los investigadores crearon una lista separada de “patógenos prototipo” que podrían actuar como modelos para estudios de ciencia básica y el desarrollo de terapias y vacunas.
¿Otra pandemia?
La actualización de la lista de patógenos que podrían convertirse en una nueva pandemia, surge la incógnita de qué pasará con la viruela símica.
Haciendo una revisión con lo sucedido con la gripe porcina y el Covid-19, las pandemias generalmente son causadas por virus transmitidos por el aire que se propagan rápidamente, incluso por personas que pueden no mostrar síntomas.
El Mpox, conocido como viruela del mono, se transmite principalmente a través del contacto piel a piel con personas infectadas, su ropa o sábanas sucias.
Esta enfermedad, frecuentemente causa lesiones cutáneas visibles que podrían hacer que las personas tengan menos probabilidades de estar en contacto cercano con otras.
Para mantenerse a salvo, los expertos recomiendan evitar el contacto físico cercano con alguien que tenga lesiones parecidas al Mpox, no compartir sus utensilios, ropa o sábanas y preservar una buena higiene, como lavarse las manos con regularidad.
El 16 de agosto, el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de Europa señaló que es “muy probable” que haya más casos importados de Mpox de África, pero que las posibilidades de brotes locales en el Viejo Continente son muy bajas.
Los científicos indican que el riesgo para la población general en países sin brotes de Mpox en curso es bajo.
La viruela del mono se propaga muy lentamente, a diferencia del coronavirus. Poco después de que se identificara la Covid-19 en China, el número de casos aumentó exponencialmente de cientos a miles. En una sola semana de enero, el recuento de casos aumentó más de diez veces.
En marzo de 2020, cuando la OMS describió la Covid-19 como una pandemia, había más de 126 mil infecciones y 4.600 muertes, unos tres meses después de que se identificara por primera vez el coronavirus.
En cambio, desde 2022, los casos de Mpox han llegado a casi 100 mil infecciones a nivel mundial, con unas 200 muertes, según la OMS.
¿Latinoamérica está lista?
Los escenarios que se abren para América Latina son inciertos. En el brote de 2022 y 2023, la circulación del Mpox “estuvo asociada a personas que habían tenido registro de viajes a países donde la circulación era bastante elevada, como Estados Unidos o países europeos”, recuerda Adrián Díaz, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet), según recoge una publicación del diario El País.
Al igual que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Europa reconocen un riesgo “alto” de que el viejo continente registre casos de Mpox importados desde el continente africano, pero determinan que el riesgo de una “transmisión sostenida” es “muy bajo”, los CDC de Estados Unidos advierten algo muy similar.
“Uno podría esperar el mismo escenario para los países de América Latina, porque el intercambio comercial y de personas con los países afectados es muy bajo”, advierte Díaz.
Sin embargo, eso no significa que el riesgo de que estos brotes de Mpox lleguen a la región no exista.
Frente a escenarios inciertos, el llamado de la OMS es a prepararse. Al emitir una alerta, se genera atención por parte de los Ministerios de Salud para que comiencen a mejorar los sistemas de vigilancia activa, empiecen a estar atentos a sintomatologías compatibles con el Mpox.
Por otro lado, existe un fármaco desarrollado originalmente para tratar la viruela que también se puede usar contra el Mpox, el tecovirimat, difícil de conseguir en la región.