Rastreando al bufeo Pescadores y expertos se unen por el delfín boliviano
Desde hace más de una década, se plantearon diferentes acciones y programas para proteger al bufeo boliviano (Inia boliviensis). En medio de una serie de amenazas que comprometen su conservación, el 2012, la Ley del Bufeo declaró a este cetáceo de agua dulce vulnerable a la extinción como Patrimonio Natural de Bolivia. Actualmente, pescadores y expertos unen esfuerzos para estudiar y preservar esta especie endémica de la región.
Se estima que en Bolivia hay unos 3 mil delfines que pueden observarse en los departamentos de Beni, Santa Cruz, Pando y Cochabamba. La cifra no es exacta y puede variar, pero se calcula que existe un bufeo por kilómetro.
PRINCIPALES AMENAZAS
La contaminación de los ríos por los desechos domésticos y agrícolas, la deforestación en las cuencas hidrográficas y la construcción de represas que afectan el flujo natural de los ríos son algunas de las principales amenazas que enfrenta el bufeo. Estas represas no solo interrumpen la movilidad de los delfines, sino que también “pueden afectar a largo plazo el flujo de los ríos y la geomorfología, posiblemente afectando la disponibilidad de los hábitats de los delfines”, alerta la organización Faunagua.
El uso de bufeos como carnada en la pesca de especies carroñeras como el “blanquillo” (Calophysus macropterus) también era una preocupación hasta 2015. Esta matanza se fue revirtiendo con la educación ambiental y el cumplimiento de la Ley del Bufeo. Además, los pescadores comenzaron a apostar por el turismo ecológico, implementado paseos en embarcaciones ante el interés de los visitantes locales y extranjeros por conocer la biodiversidad de la Amazonía.
APP BUFEO Y REGISTROS
La organización Faunagua también implementó un enfoque complementario que combina la investigación científica tradicional con la participación activa de los comunarios, en el marco de su Programa Especies en Peligro de Extinción y el proyecto que “transforma pescadores en científicos ciudadanos” para conservar al bufeo.
En su primera etapa, el proyecto se basó en el uso de una aplicación móvil (App Bufeo) mediante la cual los pescadores del río Ichilo registran las observaciones diarias de los bufeos. Estos datos, almacenados en una plataforma digital accesible al público, permiten a los investigadores, autoridades y actores locales visualizar la distribución de los delfines y las amenazas que enfrentan.
Además de los registros de avistamientos, la embarcación utilizada por los pescadores cuenta con medidores de la calidad del agua y del aire, lo que proporciona información adicional sobre el estado de los ecosistemas acuáticos en los que habita el bufeo y permite identificar posibles fuentes de contaminación.
EXPEDICIÓN EN EL TRÓPICO
Tras la última expedición en Puerto Villarroel, hace unos días, el experto en manejo de bufeos y director de Faunagua, Paul Van Damme, informó, a la Revista OH!, que la cantidad de bufeos es similar a la registrada en 2018 y 2022. Sin embargo, el humo a causa de los incendios en la zona dificultó la observación en ciertos tramos.
“Hemos podido registrar que el bufeo está enfrentando diferentes factores externos en algunas partes del país. Los incendios y la pesca accidental aparentemente están empezando a causar problemas para el bufeo. Estamos analizando los datos lo más rápido posible para tomar medidas”, subrayó.
Recordó que el proyecto de también incluye la colocación de transmisores satelitales en las aletas dorsales de los bufeos, lo que permite rastrear sus movimientos a lo largo de los ríos, pero sólo funcionan seis meses. Indicó que, en 2020, se colocó el chip a cuatro bufeos en el río Ichilo y en 2017 a otros cuatro, en el río San Martín, por la cuenca de Itenez.
“Los pescadores son mejores observadores, es interesante aprender de ellos y corregir un poco lo que los biólogos observan porque los biólogos no tienen tanta experiencia como los pescadores. En la última expedición, uno de los objetivos era calibrar y comparar lo que se registra”, dijo. Los datos actualizados se presentarán la próxima semana, añadió.
¿Qué más hacer para salvar al bufeo boliviano? Con base en esta información y los registros independientes de los pescadores en sus celulares, además de la “acumulación de amenazas” observadas, ven, por primera vez después de 15 años, la urgencia de tomar medidas “más drásticas” para prevenir la mortandad de los bufeos. Estos mueren estancados en las represas o los arroyos - situación que casi acaba con la vida de una madre y una cría en Villa Tunari, hace cinco meses, pero que fueron trasladados y liberados- por la sequía o por la pesca, apuntó.
“Tenemos que hacer más prevención y concientización, trabajar más los actores locales y ampliar la actividad a otros ríos del país donde las amenazas son mayores”, remarcó Van Damme.
SÍMBOLO DE CONSERVACIÓN
La preservación del bufeo, considerada una especie carismática, es fundamental para mantener el equilibrio de los ecosistemas acuáticos y para promover el turismo sostenible en pro de las comunidades ribereñas que dependen de los recursos naturales de la Amazonía.
En este sentido, Faunagua y otras organizaciones trabajan para que el bufeo se convierta en un símbolo de conservación, demostrando que es posible vivir en armonía con el medioambiente y al mismo tiempo garantizar el bienestar de las comunidades locales.
La Ley 248, del 18 de septiembre de 2012, que declara al bufeo o delfín de agua dulce Patrimonio Natural del Estado Plurinacional de Bolivia, dispone priorizar la protección y conservación del bufeo y de su hábitat, a través de políticas, programas y proyectos a corto, mediano y largo plazo.