Olga Tokarczuk y Peter Handke ganan el Nobel de Literatura 2018 y 2019
La escritora polaca Olga Tokarczuk recibió ayer el premio Nobel de Literatura 2018 y el novelista austriaco Peter Handke fue galardonado con el de 2019, anunció la Academia Sueca.
Tokarczuk fue recompensada por “su imaginación narrativa, que con una pasión enciclopédica, simboliza el traspaso de las fronteras como forma de vida”, dijo el secretario de la Academia sueca, Mats Malm. El Nobel de 2019 fue otorgado a Handke por una obra “llena de ingenuidad lingüística que ha explorado la periferia y la singularidad de la experiencia humana”.
Este año el Nobel de Literatura consagró a dos ganadores, uno para 2018 y otro para 2019, después de que la Academia Sueca pospusiese la adjudicación el año pasado de este galardón por un escándalo de agresión sexual.
Ambos suceden en el palmarés al novelista británico de origen japonés Kazuo Ishiguro, autor de “Los vestigios del día”, laureado en 2017.
Autora de una docena de libros, Tokarczuk, de 57 años, está considerada en Polonia como la escritora más talentosa de su generación.
Su obra, variada y traducida a más de 25 idiomas, va desde un cuento filosófico “Los niños verdes”, hasta una novela policiaca con tintes ecologistas “Sobre los huesos de los muertos” (2010), pasando por una novela histórica de 900 páginas “Los libros de Jacob”(2014)”.
Identificada políticamente con la izquierda, ecologista y vegetariana, la escritora, cuya cabeza siempre está cubierta de rastas, no duda en criticar la política del actual Gobierno polaco, el nacionalista y conservador del partido Derecho y Justicia (PiS).
Tokarczuk es apenas la 15ª mujer en ser laureada en 116 ediciones de la máxima distinción de la literatura universal. La primera fue la sueca Selma Lagerlof, en 1909, y la única latinoamericana, la chilena Gabriela Mistral, en 1945.
Peter Handke, de 76 años, publicó más de 80 libros y es uno de los autores en lengua alemana más leídos e interpretados del mundo.
Publicó su primera obra en 1966, “Los avispones”, antes de hacerse famoso con su obra “El miedo del portero al penalti”, en 1970.
“¿El Nobel de Literatura? Habría que suprimirlo. Es una falsa canonización que no aporta nada a los lectores”, dijo Handke en el pasado.
Sin embargo, según la Academia que lo llamó ayer, manifestó estar muy contento y que viajará a Suecia a recoger su premio.
Handke, que vive en un suburbio de París, dijo a la AFP que, “después de todas las polémicas” por su trabajo, esta decisión le “sorprendió”. “La Academia sueca fue muy valiente en tomar este tipo de decisión. Son buenas personas”, señaló.
El austríaco provocó polémicas por sus posiciones pro-Serbia durante la guerra en el ex-Yugoslavia.
“Handke no es un escritor político”, justificó el presidente del Comité Nobel de Literatura, Anders Olsson.
Por su parte, Tokarczuk dijo estar “muy orgullosa” de que este galardón y el de 2019, para el austríaco Peter Handke, sean para escritores de Europa central, donde dijo que hay problemas con la democracia y espera que, “en cierto modo”, dé “una especie de optimismo”.
Europa central tiene ahora “problemas con la democracia. Estamos intentando encontrar nuestro propio camino sobre cómo lidiar con estos problemas”, dijo la galardonada.
Tokarczuk también se mostró “muy orgullosa” de que, como premiada de 2018, sea la primera escritora galardonada por la nueva Academia Sueca surgida después de la crisis del año pasado. “Eso también tiene mucho significado para mí”.
Los galardonados recibirán 9 millones de coronas (unos 920 dólares), una medalla de oro y un diploma, de manos del rey sueco, Carlos XVI Gustavo, en una ceremonia el 10 de diciembre en Estocolmo.
LAUREADOS
Este año la temporada de los Premio Nobel empezó el lunes con el de Medicina, que recayó en los estadounidenses William Kaelin y Gregg Semenza, y en el británico Peter Ratcliffe, autores de descubrimientos sobre la adaptación de las células a la falta de oxígeno que abren interesantes perspectivas en los tratamientos para el cáncer y la anemia.
El martes, el Premio Nobel de Física fue para el canadiense-estadounidense James Peebles, por sus estudios sobre la evolución y composición del universo y los suizos Michel Mayor y Didier Queloz que descubrieron por primera vez un planeta fuera del sistema solar.
Hoy se anunciará el Premio de la Paz. El galardón de Economía se dará a conocer el lunes.
INSTITUCIÓN A PUERTAS CERRADAS
La Academia Sueca implosionó tras la publicación, en noviembre de 2017, en pleno movimiento del #MeToo, de los testimonios de 18 mujeres (entre ellas académicas) que acusaban de acoso, agresión sexual y violación al francés Jean-Claude Arnault. Casado con una académica, propietario de un club “underground” frecuentado por la crema y nata artística e intelectual sueca, éste recibió generosos subsidios de la Academia, y llegó a jactarse con frecuencia de ser el “miembro número 19” de ésta y, según testimonios, reveló el nombre de futuros premios Nobel entre sus amigos. Finalmente fue sentenciado a dos años y medio de prisión por violación.
Este caso sacó a luz el estancamiento de una institución a puertas cerradas, repleta de intrigas, prebendas, conflictos de intereses, y divisiones entre los miembros más antiguos y los más jóvenes. Cosas que quedaron en evidencia tras otorgarle el premio a Bob Dylan en 2016, primer músico laureado, lo que despertó ira y sarcasmo en el mundo de las letras. Privada del cuórum necesario para discernir el premio de 2018, fue pospuesto por un año, por sexta vez desde 1901, la última en 1949.
NOBEL A HANDKE DESATA CRÍTICAS EN BOSNIA Y KOSOVO
EFE
La concesión del premio Nobel de Literatura al austríaco Peter Handke generó elogios en Serbia y críticas furibundas en Bosnia y Kosovo, donde se recuerda la defensa que hizo del autoritario presidente serbio Slobodan Milosevic.
Sefik Dzaferovic, miembro musulmán de la Presidencia tripartita bosnia, consideró escandalosa y vergonzosa la decisión de premiar a Handke, que, según él, justificó los crímenes de guerra en Bosnia, según recoge el portal Klix.
“Es vergonzoso que el Comité Nobel pase por alto con facilidad el hecho de que Handke justificaba y defendiese a Slobodan Milosevic y sus ejecutores Radovan Karadzic y Ratko Mladic, quienes fueron condenados por los crímenes de guerra más graves, incluido el genocidio”, dijo Dzaferovic.
Aseguró que años después de la guerra Handke no ha mostrado arrepentimiento ni se ha disculpado a las víctimas de genocidio, violaciones y otros crímenes, sino que hasta hoy niega la verdad sobre Srebrenica y afirma que los ciudadanos de Sarajevo escenificaron las matanzas durante el asedio serbobosnio.
El diario bosnio Dnevni Avaz recuerda que Handke se mostró feliz por estar cerca de Milosevic en su funeral y lo define como “un apasionado fan del movimiento chetnik (nacionalista serbio) y en el marco de tal ideología ha negado en público el genocidio de Srebrenica”.
El escritor estadounidense de origen bosnio Aleksandar Hemon calificó al escritor austríaco así: “Peter Handke es el Bob Dylan de los negadores del genocidio”.
El exministro de Exteriores de Kosovo Petrit Selimi pregunta a la Academia Sueca si el discurso de Handke en el funeral de Milosevic era parte de la obra por la que merecía el Nobel.