Caos del comercio en las calles
La pelea que hace un par de días estalló entre comerciantes y transportistas en un punto de la avenida San Martín, la vía más congestionada de la ciudad de Cochabamba, es la expresión de un problema que no deja de crecer desde hace décadas, y cuya solución exige un tratamiento acorde con su magnitud y complejidad.
La ciudad de Cochabamba está secuestrada por los comerciantes que ocupan la vía pública como mejor conviene a sus negocios. Eso es especialmente grave en el área de cerca de 50 manzanos (hectáreas) entre los mercados La Cancha, La Pampa, San Antonio y Calatayud, convertida en un laberíntico centro de comercio donde el espacio para la circulación de vehículos y peatones se reduce cada día más.
Los vehículos del transporte público de pasajeros contribuyen a ese secuestro, no sólo porque se detienen en cualquier lugar de la calzada, sino también porque imponen según su conveniencia las rutas en las que circulan. Y ellos entienden que pasar por los mercados mencionados es muy conveniente para sus ganancias.
Eso es evidente, pues los micros o minibuses que pasan por las calles de esa portentosa zona comercial están casi siempre llenos de pasajeros que acuden a esos mercados desde todas partes, y no sólo del municipio de Cercado, lo cual es comprensible, pues allí se encuentra de todo y a precios inferiores a los de otros centros de abasto.
Según estimaciones de autoridades municipales, en 2017 más de 100 mil comerciantes fijos y ambulantes ocupaban calles y mercados de la ciudad. Seguramente esa cifra es mayor en la actualidad, la mayor parte de esos vendedores ocupan el área mencionada, cuyas calzadas y aceras son “Bienes Municipales de Dominio Público”, como lo establece la Ley Nº 482 de Gobiernos Autónomos Municipales.
La Alcaldía de Cochabamba ha emprendido hace un par de semanas el plan “cero ambulantes y “cero desdobles”, cuyo propósito es descongestionar las vías de los comerciantes que están fuera de los mercados. Es una tarea imposible, pues su número parece aumentar cada día y los gendarmes ediles no abastecen para evitar que ocupen aceras y calzadas.
Los comerciantes son un sector importante para cualquier administración edil, tanto en términos de recaudaciones como en el potencial de votos en elecciones municipales. Eso complica cualquier acción que la Alcaldía decida emprender para poner un cierto orden en ese creciente caos, producto en buena medida de la concentración de mercados en esa zona.
Así, la probable solución parece ser desconcentrarlos, pero eso no funcionará sin un cambio en los hábitos de consumo de los compradores.
Ardua, compleja y prolongada tarea que el Gobierno municipal tendría que emprender con un enfoque integral.